Día 5


Distancia recorrida: 622 millas náuticas
Distancia por recorrer: 1,537 millas náuticas

Una parte importante de este reto es el hacerlo solo. Creo que se necesita una tener una personalidad muy específica para intentar estos retos y aparte que sea divertido. Pero creo que esta característica de que el Transpac fuera en solitario fue lo que me convenció a intentarlo. Ha habido momentos en los que me hubiera sentido más tranquilo si viniera alguien conmigo. Cada vez que salgo a hacer alguna maniobra o reparación en la proa o el mástil del Champ voy amarrado con un arnés. Pero si cayera al mar, sería difícil que me pudiera volver a subir si vamos navegando a cierta velocidad. Recuerdo a un capitán que bromeaba diciendo que la mayor parte de los sistemas de seguridad sirven para darnos un sentido falso de seguridad, pero se siente bien saber que están ahí.

Nunca he tenido problema con pasar tiempo solo, sobre todo cuando estoy ocupado en una actividad de 24 horas como esta aventura y si tengo la meta clara. Ayuda mucho recibir los correos electrónicos y los breves minutos que hablo con mi familia a través del teléfono satelital. Creo que con eso tengo suficiente por lo menos para esta travesía de varias semanas. Incluso, pensé que iba a sentir mucha expectativa por las comunicaciones que cada doce horas hacemos con el resto de la flota a través del radio de onda corta, pero no ha sido así. Sintonizo la frecuencia, reporto mi posición y me desconecto.

Tal ves en los únicos momentos en los que me gustaría estar acompañado es durante la noche, cuando tengo que despertar a cada rato y hacer mis revisiones. Si mal dormir durante unas semanas es el precio que hay que pagar por hacer esta aventura en solitario, es un precio muy barato. Ya tendré oportunidad de dormir en Hawái.