7 de Octubre: Mejores vientos, mejor avance

(En caso de responder a este mensaje, favor de hacerlo eliminando el texto original)

139 millas náuticas recorridas.

Ayer fue un día extremadamente caluroso y no hubo viento que refrescara un poco. Cuando llegó la noche ya tenía todo el pecho y espalda quemados por el sol a pesar de haberme puesto varias veces bloqueador solar. La temperatura bajó algunos grados pero se formó alrededor de nosotros una espesa niebla. Alcanzaba a ver el mar que parecía un espejo y de vez en cuando alcanzaba a ver las estrellas reflejadas sobre él. En algún momento nos visitó un grupo de delfines que no pude ver pero que escuché cuando salían a respirar. Pero cerca de las 23:00 el viento comenzó a aumentar de una forma paulatina pero constante y el Champ fue tomando velocidad. En pocas horas en la noche alcanzamos a navegar más que todo el día anterior. Avanzábamos hacia el Sur.

Antes comenté que la primera dirección que tomaríamos sería hacia el SE, acercándonos a las Islas Galápagos. Ahora parece que será más eficiente avanzar hacia el Sur hasta cruzar el Ecuador y ahí tomar una decisión sobre pegarme más a Sudamérica o continuar por estas Longitudes. Hablando del Ecuador, ese es mi primer objetivo en este inicio de la vuelta al mundo navegando sólo, sin paradas y sin asistencia. Trato de ir poniéndome metas parciales en el trayecto. Actualmente nos encontramos aproximadamente a 15º de Latitud Norte, lo que nos pone a unas 900 millas náuticas del Ecuador (1,600km aprox.) Tal vez nos lleve una semana y media cubrir esta distancia. El siguiente objetivo será Cabo de Hornos.

Ya estoy nuevamente acostumbrado a la rutina del mar. Para hacerme las cosas más fáciles, en la bitácora del Champ en donde registro nuestra posición continuamente también tengo marcada para cada día una lista de actividades. Algunas son de mantenimiento del velero. Otras de comunicaciones. Pero muchas de ellas son personales como: cambiarme los lentes de contacto, ponerme bloqueador solar, lavarme los dientes, tomar mis vitaminas, etc. El tener esta lista no solo hace que el Champ esté en buenas condiciones sino también sirve para que a su capitán no se le olvide que también se tiene que cuidar él.

6 de Octubre: Las primeras 24 horas

74 millas náuticas recorridas.

El día de ayer, 5 de Octubre, por fin dio inicio esta magnífica aventura. La salida fue sin contratiempos y creo que fue gracias al cuidado que tuve de cada detalle durante la etapa de planeación. Lo único que tuve que hacer ese día fue llevar mi guitarra y mi maleta al velero y listo. Había dejado también para ese día el cargar el tanque de combustible del Champ para el caso en el que tenga que usar el motor para cargar las baterías, más no para avanzar. Las despedidas fueron breves y a las 13:30 horas soltamos las amarras y zarpé del Club de Yates de Acapulco. Me encontraba completamente tranquilo y en calma ya que en mi mente había visualizado ese momento cientos de veces.

Utilicé el motor durante poco tiempo para salir de la marina y navegar alrededor de las embarcaciones que se encuentran fondeadas cerca de esta. También salió del club un pequeño yate en el que me acompañarían familia y amigos durante las primeras millas del recorrido. Al llegar al centro de la bahía tomé el radio y di anuncio a la capitanía de puerto de nuestra salida. Nos desearon buena suerte. Luego me tocó la tarea de ir izando las velas una a una. La brisa era de unos 8 nudos proveniente del NE y bastante favorable para la salida. Una vez que el viento impulsaba nuestro avance, corté el motor y llegó el silencio. Fuimos ganando velocidad y no nos llevó mucho tiempo pasar enfrente de la bahía de Puerto Marqués. Dos delfines salieron brevemente a unirse a la despedida y también apareció una tortuga. Después, del yate escuché gritos de despedida, dio vuelta y lo vi desaparecer en el horizonte de vuelta hacia el club.

Durante la tarde me fui acostumbrando al movimiento del velero que hasta ahora ha sido muy moderado. Nuestra dirección era hacia el SE en dirección a las Islas Galápagos. El avance fue constante, promediando 6.5 nudos hasta las 8:00pm. Pero a partir de esa hora el viento fue disminuyendo hasta convertirse de unos 3 nudos. Eso todavía nos permitió tener un avance moderado durante el resto de la noche. Me preparé de cenar y por el calor que hizo decidí dormir afuera, cerca del timón. Desperté cada 40 minutos durante la noche y alcancé a ver tres grandes barcos en el horizonte a diferentes horas. Pero en la mañana el viento se volvió muy ligero y variable. Desde hace días había recibido los pronósticos que estimaban que los vientos serían muy ligeros para hoy, domingo y mañana, lunes. Pero hace días decidí que no me hacía diferencia esperar en Acapulco o navegar muy lentamente los primeros días. Opté por la segunda opción. Ha sido un ejercicio de paciencia ya que en ocasiones he pasado hasta una hora sin viento y después regresa durante poco tiempo a no más de 4 nudos. Por suerte estoy leyendo un buen libro de Arturo Pérez Reverte, "La Piel del Tambor" y me ha tenido entretenido. Pero el calor ha sido infame por no tener ni un poco de brisa para refrescarnos.

Me encuentro con muy buen ánimo a pesar de la falta de viento y con la expectativa de mejores condiciones en los próximos días. Un buen inicio a una gran aventura.

27 de Septiembre: Llegada a Acapulco.


El viernes 27 de Septiembre a las 3:00pm el Champ, junto con su tripulación barbuda y un tanto maloliente, arribó al Club de Yates de Acapulco después de recorrer más de 2,800 millas náuticas (5,100km aproximadamente). En el muelle nos esperaba la familia más cercana que a la distancia nos saludaban moviendo los brazos. Junto al mástil del Champ volaba la bandera de México y una bandera amarilla de “cuarentena” que se debe colocar hasta que se hayan cumplido todos los trámites de aduana y migración. Minutos antes Ricardo había dejado preparadas las amarras y los fenders por lo que la llegada al muelle de combustible fue algo relativamente sencillo. Una vez que estuvo perfectamente asegurado, apagamos el motor y comenzaron los abrazos. Para Ricardo, ese fue el fin de una gran aventura. Para mi, tan solo un respiro antes de iniciar la vuelta al mundo en solitario y sin hacer paradas.

Bajar a tierra después de tantos días en el mar es una extraña sensación ya que el mundo se deja de mover de un lado a otro permanentemente y el cuerpo, que ya se había acostumbrado a estar sometido al vaivén y a compensar para ello, sigue tratando de compensar. Esto resulta en un ligero mareo que a mi me dura dos o tres días. Tuvimos tan buenas experiencias en el mar en esta ocasión que no podría decir que regresar a tierra fue un descanso. Simplemente parte del proceso.

En el transcurso de la tarde nos visitaron las autoridades de aduana y tuvimos que ir al aeropuerto para hacer el trámite de migración. Agradezco mucho al personal que hizo favor de atendernos que lo hizo con toda cortesía y profesionalismo. Da gusto que la primera impresión que recibimos de nuestro país haya sido tan agradable. El lunes tendremos que realizar los trámites finales ante la Capitanía de Puerto.

Nos encontramos con un Acapulco golpeado por las grandes tormentas. Las cicatrices son evidentes en toda la ciudad aunque los principales daños ocurrieron en colonias que no hemos visto y es difícil imaginar lo difícil que fueron esos días en que la ciudad estuvo bajo el agua. Hay una escases general de agua potable (aunque agua embotellada si hay disponible). Los centros en los que se distribuyen los víveres donados en los centros de acopio y las delegaciones de la Cruz Roja dan ayuda permanente a los damnificados. Pero a pesar de ver a esta ciudad herida, la actitud de la gente es completamente diferente. Es gente que ha pasado por momentos difíciles una y otra vez. Huracanes, tormentas, violencia, crisis económicas y demás. Nada parece doblar el espíritu de los acapulqueños. Por crítica que sea la situación, presentan su mejor cara ante la adversidad y al final se levantan con una fortaleza que espero recordar en los momentos difíciles que me encuentre en el mar.

Ya he comenzado con las compras finales de provisiones, y con las reparaciones  y mejoras que se volvieron indispensables durante este trayecto de Seattle a Acapulco. Y aunque la fecha de salida para la vuelta al mundo aún es incierta, tengo como objetivo estar preparado para el jueves 3 o viernes 4 de Octubre.

Gracias por todo el apoyo, mensajes y comentarios durante esta parte de preparación. 

25 de Septiembre: evidencias del Huracán Manuel y nuevos ciclones.

El buen avance que llevábamos terminó hace unas horas con vientos provenientes del SE (la dirección a la que nos tenemos que dirigir) y la formación de una nueva depresión tropical al Sur de las costas de Guerrero. La noche fue complicada y con pocas oportunidades de descansar debido a los varios chubascos que nos encontramos en la noche y a la cantidad de tráfico de buques comerciales. Los chubascos implicaban lluvia, vientos violentos de hasta 30 nudos y tormentas eléctricas. Una noche para no aburrirse. Pero alrededor de las 12:00pm del día de hoy, el viento primero se murió y después cambió de rumbo.

Por otro lado, recibimos un reporte y pronóstico del clima que señalaba la formación de una nueva depresión tropical que implicaría que los vientos de frente que llevábamos aumentarían hasta 30 o 35 nudos lo cuál haría imposible cualquier avance. En ese momento consideramos dos opciones. Parar en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán para esperar el paso de esta tormenta; continuar a motor para avanzar hasta donde no estaríamos en peligro cuando se desarrollara más la depresión tropical. Optamos por la segunda.

En menos de 24 horas de navegación pasaremos de las costas de Jalisco a las de Colima, Michoacán y Guerrero. Pero hace unas horas empezamos a ver de vez en cuando troncos en el agua. Estos objetos se fueron volviendo cada vez más comunes hasta que vimos que se formaban islas de troncos, ramas, y maleza en general. Entendimos que esta franja de objetos a unas 5 millas de la costa son las evidencias del Huracán Manuel, consecuencias de las lluvias, inundaciones y deslaves. Hemos visto decenas de kilómetros de estos objetos y hemos tenido que estar alerta y navegar alrededor de ellos. Pero el más impactante fue un objeto que a la distancia nos pareció un barco en el horizonte. Pero luego se alcanzó a ver que era un gran árbol completo. La parte que flotaba sobre el agua debe haber sido del tamaño de una casa. Aunque sí habíamos escuchado sobre el alcance de esta tormenta, ver todos estos objetos nos deja ver la fuerza devastadora que tuvo Manuel y de la cuál nos salvamos por una semana. Nuestra solidaridad con todas las personas afectadas y ya veremos en Acapulco de qué manera podemos apoyar.

La computadora nos marca sólo 40 horas para llegar a nuestro destino. Nos quedan dos noches en el mar y hoy tendremos que estar atentos al tráfico saliendo de Lázaro Cárdenas. Pero el que ahora la luna esté saliendo tarde y no con mucha intensidad nos permitirá ver más fácil las luces de navegación de los barcos a la distancia. 2,636 millas náuticas recorridas y 207 por recorrer.

24 de Septiembre: La recta final

Antes que otra cosa, muchas gracias a todas las personas que nos han enviado sus mensajes de apoyo desde www.davidliano.com Nos da mucho gusto recibirlos y tener la oportunidad de contestarlos.

Nos encontramos a unas 15 millas al SO de Barra de Navidad en las costas de Jalisco. A lo lejos se alcanzan a ver algunas montañas pero en general la costa está cubierta por nubes. Pero se siente bien estar cerca de tierra. En las últimas 24 horas tuvimos vientos bastante variables y hubieron cerca de 3 horas en la madrugada en las que no era ni siquiera suficiente para que avanzara el Champ. Durante 24 horas usamos el spinnaker (la vela hecha de un material muy ligero que se usa cuando hay poco viento) pero en la noche se pronosticaban chubascos aislados y teníamos que estar muy atentos a estos porque nos podrían causar bastante daño en caso de encontrarnos con esta vela fuera.

En los momentos en el que no hay viento suficiente para sostener las velas, el movimiento de las olas hace que la botavara se mueva de un lado a otro y comiencen a golpear los cabos y la jarcia, los grilletes, etc. La cabina del velero se vuelve una caja de resonancia que amplifica los sonidos y es imposible descansar. También, nos pasaron cerca, demasiado cerca, diría yo, dos enormes cargueros en ocasiones diferentes. En resumen, anoche no se pudo descansar.

Las condiciones mejoraron mucho a media mañana y llevamos viento de popa constante y suficiente para desplazarnos a 6 nudos hacia nuestro destino. Llevamos más de tres semanas desde que iniciamos esta aventura, hemos recorrido 2,503 millas náuticas y nos quedan 334 millas náuticas por recorrer. Con la distancia que hemos recorrido ya hubiéramos llegado a Hawái. Pero a pesar de que se ve cerca nuestro destino, hay que tener paciencia y disfrutar cada una de las 52 horas de esta recta final que la computadora estima que nos faltan para llegar a Acapulco.

22 y 23 de Septiembre: Ya en costas de Jalisco.

La última vez que escribí aquí estábamos pasando a pocas millas de Cabo San Lucas y hasta alcanzamos a tener recepción en el teléfono celular. Me parece increíble pensar que hace nada más seis meses estaba ahí, participando en mi primer Ironman. Cuanto ha pasado en tan poco tiempo.

De una forma lenta pero constante continuamos nuestro paso desde la península de Baja California hasta las costas de Jalisco. El viento había venido constantemente del NO pero la velocidad se fue volviendo variable. En ocasiones teníamos rachas de hasta 25 nudos y luego pasábamos varias horas sin mucho avance con viento de 7 nudos. La mala noticia es que hasta nuestra llegada a Acapulco se espera que sigan estas condiciones por lo que seguiremos avanzando lentamente. Hoy comentaba con mi papá que no hace más de una semana en estas mismas aguas había una tormenta tropical que llegó a causar tantos daños y hoy el mar está en perfecta calma.

Mañana amaneceremos a pocas millas de la costa de Jalisco y comenzará lo que considero que es la recta final de este viaje. Pasaremos por Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Ixtapa y finalmente Acapulco. El resto del recorrido lo haremos muy pegado a la costa, tal vez a unas 10 millas náuticas, para aprovechar los efectos térmicos del calentamiento y enfriamiento de la tierra que generan las brisas que nos ayudarán a llegar a nuestro destino. Desafortunadamente se espera que en el camino nos podamos encontrar chubascos en los que el viento puede llegar a 30 o 35 nudos (60km/h) en algunos minutos. Durante el día se pueden ver a la distancia y podemos preparar las velas para eso. Pero en la noche no se alcanzan a ver y pueden causar bastante daño al Champ.

Hoy nos vinieron a visitar dos grupos de delfines. Los segundos mucho más animados que los primeros. También me tocó ver hace un par de días una tortuga solitaria. En cuanto a barcos, nos hemos encontrado bastantes de carga y ayer tuvimos un encuentro cercano con un barco de pesca. En las noches que nos quedan tendremos que estar mucho más atentos. Por lo pronto, sólo nos queda aprovechar estos últimos días antes de nuestra llegada a Acapulco, a finales de esta semana.

20 y 21 de Septiembre: Adiós Baja California

Estos dos días hemos continuado con nuestro progreso hacia el suroeste. La dirección del viento se ha mantenido constante aunque la velocidad ha variado mucho. En ocasiones, el viento sopla a 20 nudos constantes y en otras baja hasta 7 u 8 nudos, apenas suficiente para avanzar. Estos vientos flojos normalmente ocurren en la madrugada y al no ser suficientes para que el Champ mantenga una velocidad constante, las velas golpean todo el tiempo y hace muy difícil poder descansar en la noche. Sin embargo, el promedio de millas náuticas recorridas por día ha sido similar: 140, 136, 145, 131, etc.

El sol se nos había ocultado por más de 10 días y estos últimos dos ha brillado casi todo el día, recargando las baterías del Champ a través de los páneles solares. Pero la diferencia más grande que hemos notado ha sido con la temperatura. Hace una semana todavía estábamos arropados hasta con dos chamarras y ahora con una playera de manga corta es suficiente. Cuando iniciamos en Seattle a 48º de latitud Norte el solo no era ni la mitad de lo intenso que es a 22º. Tenemos que ponernos bloqueador solar tres o cuatro veces al día y de cualquier manera ya noto mis brazos más oscuros.

Aprovechando el buen clima, hemos ido poco a poco dándole mantenimiento a algunas partes del Champ. En cierto momento noté que una pieza crítica del "whisker pole" (el tubo de aluminio que sostiene a la genovesa [vela frontal] cuando el viento viene de popa) estaba severamente dañado y por teléfono satelital llamé a Seattle para que nos enviaran una pieza nueva para la circunnavegación. Lo irónico es que seguramente este repuesto llegará a Acapulco antes que nosotros.

También Ricardo y yo continuamos con la rutina que hemos adoptado desde que iniciamos esta travesía: despertar a las 6:00am y llenar la bitácora por primera vez en el día; preparar una tasa de café para tomarla viendo el amanecer; revisar pronósticos y correos; preparar el desayuno y una segunda tasa de café; trabajo de mantenimiento del velero; un rato para leer; llenar la bitácora por segunda vez; preparar la comida; un rato de descanso y lectura; contestar correos y tomar decisiones de navegación; leer un rato más; llenar la bitácora por tercera ocasión; ver el atardecer; preparar la cena; escuchar música un rato; y finalmente, dormir, despertando cada media hora para ver el tráfico de barcos y condiciones climatológicas. Algo que hacemos durante todo el día es ajustar y cambiar las velas cuando lo requieren, y platicar.

Ayer por la noche nos tocó ver la salida de la luna y fue un gran evento. Sabíamos la hora a la que deberíamos esperarla (7:19pm) pero al principio confundimos su salida con un gran barco completamente iluminado en el horizonte. Parecía una ciudad flotante. Luego alcanzamos a ver en el sistema AIS que era un crucero de Celebrity. Pero algunos grados más al norte, comenzó a salir la luna, con el efecto de verse mucho más grande al estar cerca del horizonte. El color era el de la clásica luna color miel. El crucero continuaba hacia el norte mientras nosotros seguíamos hacia el SE. Poco a poco, el enorme crucero se colocó justo de bajo de la luna e hizo un efecto muy curioso. La ciudad flotante y la luna de miel sobre ella.

Hace media hora vimos tierra por primera vez en dos semanas. Es la parte más austral de la península de Baja California y pasaremos a unas 10 millas de Cabo San Lucas. Con esto nos despediremos de esta península, la cuál nos trajo buenos vientos y mar en calma. Mañana platicaré de mi experiencia más reciente en Los Cabos, aunque esta no tuvo que ver con navegación. Millas náuticas recorridas: 2,134 millas náuticas recorridas y 709 por recorrer.

19 de Septiembre: Recuerdos de Baja California

(En caso de responder, favor de hacerlo en un correo por separado, sin el contenido original)

El paso por esta larga península de Baja California me ha hecho recordar un viaje que hicimos en familia hace casi 15 años por estos lugares. Fue una aventura con tíos y primos en la que salimos en una camioneta desde la Ciudad de México y llevamos varias bicicletas de montaña con la intención de subirnos a ellas durante parte del recorrido. Hicimos algunas paradas hasta llegar a Mazatlán y ahí nos subimos al ferry que cruza hasta La Paz, Baja California Sur. Era verano y para nuestra mala suerte no servía el aire acondicionado del barco, por lo que la cabina que habíamos reservado terminó vacía y todos acabamos durmiendo en la cubierta del transbordador donde la brisa nos hacía más tolerable la noche.

Ya en la península íbamos acampando en la playa cuando podíamos y en otras ocasiones nos tuvimos que quedar en pequeños hoteles. Uno de los lugares más bonitos que recuerdo es Cabo Pulmo, donde la magia está en los impresionantes arrecifes a lo largo de la costa. Todavía lo considero como uno de los mejores buceos que he hecho en mi vida. Pasamos por Los Cabos y continuamos hacia el norte, acampando y pedaleando de vez en cuando. Cruzamos por las grandes salinas, por Loreto, vimos cientos de leones marinos y comimos tacos de pescado en Rosarito. Fuimos siempre hacia el Norte.

Sin embargo, el momento extraordinario ocurrió cuando en un pequeño pueblo (no recuero el nombre) se nos acercó una persona ofreciendo llevarnos a ver pinturas rupestres. Obviamente eran otras épocas en cuanto a temas de seguridad y no lo dudamos ni un momento. Manejamos algunos kilómetros y pronto se terminó el camino. Continuamos a pie por el desierto siguiendo a nuestro guía, llegando hasta un angosto cañón de roca rojiza, de unos 30 metros de alto y unos 5 de ancho. Primero caminamos dentro del cañón, pero habían unas secciones donde se formaban pozas y tuvimos que cruzar nadando. Pero finalmente llegamos hasta unas cuevas parcialmente cerradas y ahí vimos claramente las figuras en las paredes y en el techo. Eran de color rojo y negro, figuras de personas y animales hechas hace tal vez cientos de años.

Me siento muy afortunado de haber podido hacer ese viaje hace años y ahora, navegando a lo largo de la Península de Baja California hacia el Sur, me parece como si apenas estuviera yendo a casa, de regreso de esa aventura.

17 y 18 de Septiembre: Tormenta Tropical Manuel y buenos vientos por aquí.

(En caso de responder, favor de hacerlo en un correo por separado, sin el contenido original)

Como seguimos en la parte final de la temporada de huracanes, estábamos conscientes al iniciar el viaje en esta fecha que existía riesgo de encontrarnos fuertes tormentas en el trayecto. Pero de pronto las costas del Golfo de México y del Pacífico se vieron atacadas por varios eventos meteorológicos de forma simultánea. Pero afortunadamente para nosotros, la única zona que realmente quedó libre de estos problemas fue la península de Baja California.

Estuvimos monitoreando la formación de Manuel desde que inició como una zona de baja presión, luego como depresión tropical y luego como tormenta tropical. Fuimos siguiendo su movimiento y posteriormente llegada a las costas de Jalisco y nos enteramos de todos los daños que dejó a su paso. Y dormimos más tranquilos cuando por fin vimos que la tormenta tropical se desintegró al tocar tierra. Sin embargo, horas después ya se hablaba de que los chubascos aislados que habían quedado se estaban juntando de nuevo y que Manuel avanzaría como depresión tropical hacia la parte sur de la península de Baja California tocando tierra en los siguientes días. Desde hace algunos días empecé a analizar con Ricardo los puertos de la costa oeste de la península para ver cuáles nos podrían ofrecer el mejor refugio en caso de que la tormenta se dirigiera hacia acá y marcamos varios en nuestras cartas de navegación. Pero el "Manuel" que llegará a la península llegará cojeando y muy debilitado, y lo peor que nos llegará, si a caso, es un poco de lluvia.

Los días han sido muy similares desde que pasamos por San Francisco, California. Viento del NO de entre 15 y 25 nudos y olas de hasta dos metros. Como nos dirigimos al SE siguiendo la costa de Baja California, hemos tenido viento en popa durante casi una semana. Hemos estado avanzando en promedio 140 millas náuticas por día (aproximadamente 250 kilómetros) navegando día y noche. Los días han sido grises pero el sol se ha asomado de vez en cuando. Las noches han sido nubladas pero se alcanza a filtrar la luz de la luna llena. Hoy sentimos por primera vez un gran cambio en la temperatura. Ya regresaron a las maletas las grandes chamarras que traíamos y por primera traigo solamente una playera de manga corta.

Otro cambio que he percibido es que hay mucho más tráfico marítimo en estas costas de lo que teníamos hace unos días. Pienso que es por la cantidad de barcos que se dirigen al norte hacia Long Beach y Oakland y los que van al sur rumbo a Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Panamá. He tenido que volver a despertar cada 30 minutos por la noche.

Llevamos 1,737 millas náuticas recorridas y faltan 1,095 por recorrer.

16 de Septiembre: Grito de Independencia en altamar

(En caso de responder, favor de hacerlo en un correo por separado, sin el contenido original)

Me ha tocado estar fuera de México muchas veces durante las fiestas de septiembre y es por eso que, como lo comentaba ayer, cuando sí estoy en México trato de ir a escuchar el grito a alguna delegación del DF o cabecera municipal. Entre mis favoritas están Valle de Bravo, Cuajimalpa y Naucalpan. También acostumbrábamos a ir a Coyoacán. Pero ayer por coincidencia entramos a aguas mexicanas alrededor de medio día y tuvimos la esperanza de llegar a escuchar algo en el radio a pesar de estar a cientos de kilómetros de la costa.

Hace casi 10 años que fui por primera vez a escalar a los Himalaya y en la época antes del iPod, los reproductores mp3 y el correo electrónico en los celulares era común llevar radios de onda corta para estar al tanto de las noticias de la BBC y Voice of America. En ese entonces compré un pequeño radio Grundig que a demás de tener 6 bandas de onda corta también cuenta con AM y FM. Con este pequeño radio me he mantenido informado durante mis expediciones de guerras, elecciones, epidemias y otros temas más agradables. Pensé que sería buena idea traerlo en este viaje.

El Grito de Independencia se da a las 11:00pm y para nosotros, con la hora del Pacífico, seria a las 9:00pm. Pero desde la tarde estuve buscando en mi pequeño radio estaciones en Español. Nos encontrábamos todavía muy cerca de Los Ángeles y San Diego y dominaban las estaciones americanas. El sol se metió. Preparamos la cena e intenté de nuevo. Ahora eran las 8:00pm y ya sonaban dos estaciones de Tijuana pero ambas transmitían música. Al seguir sintonizando, encontré que estaban transmitiendo un juego de futbol americano entre los Halcones Marinos de Seattle y los 49s de San Francisco. Nos quedamos escuchando el juego durante un buen rato. Estábamos Ricardo y yo dentro de la cabina del Champ mientras este se mecía de un lado a otro por las olas y avanzaba a una velocidad constante de 6 nudos. La cabina estaba completamente oscura a excepción de los focos rojos y verdes de los instrumentos. Estábamos tan interesados en el juego que cuando se terminó el tercer cuarto volteé a ver mi reloj y ¡eran las 9 en punto!

Rápidamente busqué entre las frecuencias de FM y justo en la primera que sintonicé se escucharon unas campanadas seguidas del presidente Peña diciendo: Mexicanos, ¡vivan los héroes que nos dieron patria!.. Con mucha emoción escuchamos con perfecta claridad al resto del grito, el himno nacional y los mariachis que siguieron. Que orgullo de ser mexicanos. Y para terminar la noche aún mejor, los Halcones Marinos terminaron de apalear a los 49s.

Mañana recibiremos un nuevo reporte y pronóstico meteorológico con el que veremos los efectos que nos traerá la tormenta tropical Manuel. Distancia recorrida: 1,465 millas náuticas y 1,364 por recorrer.