Navegando de Seattle a San Francisco. Cuarta parte.


La entrada el Muelle
Despertamos el Miércoles 16 de Mayo en Grey’s Harbor y descansamos hasta las diez de la mañana. Grey’s Harbor es un pequeño pueblo turístico de prácticamente una sola calle que seguramente en el verano tiene mucha actividad. La temporada oficialmente empieza el 26 de Mayo con el Memorial Day. Sin embargo, para nosotros era un pueblo fantasma con casi todos los negocios cerrados. Tiene una gran marina para barcos de pesca comercial y deportiva pero no mucho más. Inicialmente traté de buscar a un especialista en veleros para que nos apoyara con la reparación pero pronto nos dimos cuenta de que no encontraría a nadie a cientos de millas a la redonda y que nosotros nos tendríamos que encargarnos de todo. Por lo tanto, fuimos a una tienda llamada Englund Marine para comprar lo necesario y hacer los arreglos. Ahí, Ricardo aprovechó para comprar ropa térmica que le vino muy bien para pasar las frías noches durante el resto del viaje.



Gray's Harbor
Lo que tuvimos que hacer para la reparación fue pasar un cable de plomo como guía a través de la botavara de aluminio. No estuvo tan sencillo y tardé unos veinte minutos en hacer que saliera por la pequeña ranura que tiene una polea. Después, con cinta gris sujetamos la punta del cable a la punta del cabo. Luego, con mucho cuidado tiramos del cable y una vez que estuvo libre lo tejimos por la vela y lo amarramos. Ahora sí me aseguré de hacer un nudo perfectamente seguro. El otro extremo del cabo lo tuvimos que pasar por un sistema de cuatro poleas, con mucho cuidado de hacerlo bien porque cualquier otra reparación la tendríamos que hacer en el mar.

Terminamos los trabajos después de las dos de la tarde y decidimos pasar una noche más en Gray’s Harbor para estar totalmente descansados antes de continuar. Ya relajados, salimos a comer una pizza en uno de los pocos restaurantes abiertos, recorrimos de ida y vuelta el pequeño pueblo, y nos dormimos temprano.

El Jueves 16 de Mayo, después de un buen desayuno, dejamos Gray’s Harbor y ahora si no volveríamos a tocar tierra hasta San Francisco. El viento era muy favorable, proveniente del Noroeste y de unos 20 nudos. Tan pronto salimos de la marina, izamos las velas del Champ y nos dirigimos al sur. Aquí vale la pena comentar que el Champ tiene tres velas: la Mayor, la Genovesa y el Foque. Estas últimas dos están al frente del mástil. La vela Mayor se levanta a través de una driza (cuerda) que la jala hacia arriba y nosotros tiramos de la cuerda con un sistema que nos da una ventaja mecánica. Tanto la Genovesa como el Foque están enrolladas en diagonal al frente y se desenrollan con el mismo sistema de ventaja mecánica. Todo el día tuvimos este buen viento y navegamos con el Champ muy estable. Cuando aumentó el viento recortamos la vela y agradecí el haber realizado la reparación. Cociné la cena para los dos y después del atardecer bajé a dormir un par de horas mientras Ricardo se quedaba haciendo guardia en la cubierta ya con su ropa térmica y mucho más a gusto que dos noches antes.

Alrededor de las once de la noche desperté y a Ricardo le tocó descansar el resto de la noche. Yo estuve fuera un par de horas, viendo las estrellas, escaneando el horizonte para ver si habían otros barcos y revisando la posición de las velas para verificar que estuviéramos navegando de la forma más eficiente. Cuando me invadió el sueño empecé con una extraña rutina de dormir treinta minutos, despertar con una alarma, ver el horizonte, el viento y las velas y volver a bajar a dormir treinta minutos, repitiendo esto durante el resto de la noche. Esto es mucho más sencillo de lo que podría parecer y los minutos de sueño acumulados son suficientes para sentirse completamente descansado al día siguiente. Incluso, muchas veces me despertaba uno o dos minutos antes de que sonara la alarma. Alrededor de las cinco de la mañana, se empezó a aclarar el cielo y después el sol salió por el horizonte sin que viéramos tierra a nuestro alrededor.

Total de millas náuticas recorridas: 369
Millas náuticas por recorrer: 486