En el Campamento Intermedio

Desde que desperté se sentía la energía de un día diferente a los
anteriores. Tal vez era la expectativa de comenzar la escalada finalmente.
Antes de desayunar guardé mi sleeping bag en la bolsa compactadora para que
ocupara menos espacio en la mochila. También desinflé, enrollé y guardé mi
colchón inflable. La noche anterior ya había dejado casi todo empacado y
para la hora de desayunar estaban todas mis cosas listas para partir.

De lo que más me gusta de este tipo de expediciones sin guía es el tenemos
completa libertad en cuanto al itinerario y los horarios. Yo decidí comenzar
a caminar como a las 9:30am esperando que a esa hora ya estuviera
calentándonos el sol e hiciera menos frío. Muy pronto me di cuenta que ese
plan hubiera funcionado cualquier otro día excepto hoy porque no había nada
de viento y el sol, aún más intenso al rebotar y concentrarse por las
montañas nevadas, nos golpeaba incesantemente. No había una sola nube en el
cielo.

El recorrido hacia el Campamento Intermedio (CI) es por al lado del glaciar
de Rongbuk que en esta parte está cubierto de piedras y grava. Aquí el
camino tiene poca inclinación y vamos subiendo paulatinamente. Unos cinco
kilómetros adelante, dejamos a un lado el glaciar y comenzamos a subir por
la ladera empinada de otra montaña que nos lleva a otro valle y la siguiente
parte del recorrido es junto a un río completamente congelado. Recuerdo que
el año pasado el río se estaba derritiendo en varias secciones pero esto
confirma mi teoría de que este año hace más frío que el año anterior. El CI
se encuentra en una pequeña planicie de una de las dos montañas que hay que
rodear para llegar al ABC. Está en un lugar seguro, protegido de la caída de
rocas.

Recorrí todo el camino sólo porque no hay mucho peligro en el trayecto.
Escuché música en mi iPod, pero sobre todo iba viendo el paisaje, las
montañas que se elevan a más de 7,000 metros de altura rodeando al Everest
como protegiéndolo de alpinistas curiosos. Lo cierto es que seguido me
detuve, agradeciendo a… no sé a quién, tal vez al universo, por permitirme
estar nuevamente en esta montaña y con la oportunidad de cumplir mi sueño.

No conté cuántas horas me llevó el recorrido pero para la hora de la comida
ya me encontraba instalándome en la tienda de campaña que compartiré con
Bill. Este es un campamento sólo de paso y lo usamos sólo para dormir una
noche de camino hacia el ABC y no lo utilizamos cuando descendemos al CB.

Alrededor de mi tienda de campaña hay una docena de yaks que con las
campanas que tienen amarradas al cuello nos arrullan para dormir a 5,800
metros de altura.