Final

A finales de 2007, habiendo subido en una ocasión a la cumbre de la montaña más alta del mundo, me fijé el objetivo de realizar una Doble Travesía en ella y así completando un proyecto que nadie antes había logrado. 2008 trajo consigo a las olimpiadas en China y esto me llevó a realizar un ascenso al Lhotse y nuevamente al Everest con tan solo 5 días de diferencia. Para este año, tenía la esperanza de que ya se hubiera estabilizado la situación de Tibet pero, cumpliéndose 50 años desde la salida del Dalai Lama, no había certeza de poder realizar el proyecto con seguridad.

El trek al Campamento Base que acabo de finalizar, me ha servido para dos cosas. Primero, logré platicar con las personas que estarán a cargo de la logística de la expedición y en cuyas manos estará mi vida una vez que intente cruzar de Nepal a China y viceversa pasando por la cumbre del Everest. Son bastantes las cosas que hay que prever y cada detalle que se deje al azar es un accidente en potencia. Por esta parte, me siento tranquilo y confiado de que estoy en buenas manos.


Segundo, regresar a la base de la montaña me ha hecho darme cuenta de lo determinado y comprometido que estoy conmigo para la realización de este proyecto. Suele suceder que nos cuesta trabajo mantenernos concentrados una semana o un mes, en algún propósito. La Doble Travesía va a ocupar casi tres años de mi vida y por suerte me encuentro tan motivado como el día en que por primera vez me soñé haciéndola. Tan sólo me quedan 320 días para regresar a Nepal.

Gracias por compartir estas dos semanas conmigo. Aunque caminaba por mi cuenta entre senderos por los picos más altos del mundo, en ningún momento me sentí solo sabiendo que hay tanta gente acompañándome a través de este blog.


Hasta pronto.