De Namche a Tengboche

Hoy continuamos nuestro camino hacia el campamento base y nuestra siguiente parada es Tengboche. Después del desayuno me fui a despedir de los amigos en Namche. Una señora que tiene una tienda, y a la que siempre visito, me regaló una kata (tipo bufanda pero de una tela muy ligera) para desearme un buen viaje. También me regaló un pequeño cilindro que tiene arroz bendito por el Dalai Lama y me pidió que siempre lo tuviera puesto.

Terminando las despedidas, me uní a mi equipo y subimos al puesto militar para tomarnos una foto con el Everest de fondo. Es la primera vez que veo la montaña en este viaje y anima mucho ver hacia dónde iré. El Lhotse también se ve perfecto y es una montaña impactante. Va a ser un buen desafío.

Caminamos por el bosque durante dos horas hasta Phunki Thanga. Este poblado está en la base de una cañada y comimos en un pequeño restaurante con vista al río. Ahí, saqué mi guitarra y estuve tocando un buen rato. La subida desde el río a Tengboche fue dura pero muy agradable. Hay que caminar despacio y llevar un ritmo constante. Así no hay ningún problema.

Llegamos a Tengboche poco antes de las 3pm y a tiempo para las oraciones de los monjes de la Gompa. Permiten la entrada a los turistas aunque muchos sólo se quedan algunos minutos y no la media hora que dura. Aproveché para hacer un poco de meditación y cuando los monjes terminaron de recitar me acerqué a uno de ellos para pedirle una lámpara de mantequilla y hacer una ofrenda. Estas lámparas son veladoras que en vez de cera tienen mantequilla de yak.

Cada día voy a tratar de escribir un poco de uno de mis compañeros. Aquí va el primero:

Quang Than
Nació en Saigón, Vietnam y a los 18 años se fue a vivir a Estados Unidos justo antes de la guerra. Ahora vive en Newport Beach, California. Escala desde hace 24 años, está casado y en 2005 intentó subir el Everest sin éxito, llegando hasta el campamento 2. Ahora regresa para intentar de nuevo. Tenía planeado subir el Everest en 2004 pero en una escalada de entrenamiento en el Monte Rainier, tuvo congelamiento en 8 dedos de la mano y tuvo que postponerlo. Es una persona bastante agradable y me da gusto compartir la expedición con él.