Dos días de Deboche a Lobuje


Todavía nos está costando trabajo acostumbrarnos a la diferencia de horario y nos hemos estado despertando a las tres o cuatro de la mañana. A la siete nos salimos del sleeping bag y empacamos las maletas que se llevarán los yaks. Luego, pasamos al comedor y pedimos café para los dos mientras preparan el desayuno. A las ocho y media de la mañana ya estábamos en camino, pasando por el último tramo de bosque y continuando con la subida por el valle del Khumbu. A partir de ese momento sólo veríamos tierra, piedras y hielo.

Cruzamos Pangboche y Shomare, y vimos mucha gente bajando, mucha más de la que va subiendo, porque la temporada ya está por terminar. Nuestro objetivo para ese día era Pheriche, donde está la clínica del HRA (Himalayan Rescue Asociation). En la tarde pensé hacer un vuelo de prueba en el parapente, en una de las colinas que rodean Pheriche, pero el viento era bastante fuerte y decidí dejarlo para el día siguiente. Hay una casita en Pheriche donde tienen internet, lentísimo por cierto, y coincidió que mientras usábamos la computadora en el comedor de la casa, habían ocho monjes y monjas budistas haciendo una ceremonia de puja, recitando mantras, tocando cornetas y platillos.

La mañana siguiente, aún despertándonos en la madrugada, empezamos a caminar en cuanto nos alcanzó el sol. La primera parte del recorrido es relativamente plana, caminando a lo largo de un valle rodeado de montañas de seis y siete mil metros, con enormes glaciares. La segunda parte es una subida muy inclinada que termina en una planicie donde hay decenas de pilares de rocas que son monumentos a alpinistas, y entre ellos varios Sherpas, que han muerto en el Everest y en las montañas que lo rodean. Media hora después ya estábamos en Lobuje donde pasaríamos la noche. Pero en esta ocasión sí pude hacer el vuelo en la tarde. Con Tshering subí a una colina, saqué el parapente y al segundo intento despegué, volando por una cañada de unos dos kilómetros de largo. Me sorprendió lo rápido que vuela el parapente a esta altura debido a la densidad del aire. El aterrizaje fue muy suave, en el campamento base del Lobuje (este es el nombre tanto de la montaña que subiré, como del lugar donde está el hotelito donde dormimos).

El plan para los siguientes dos días es que nos separaremos, Ricardo yendo al campamento base del Everest con Mingma y yo subiendo y tratando de volar desde el Lobuje East. Luego nos encontraremos en Lobuje (el hotel) y nos iremos hacia el Island Peak para intentar el ascenso juntos.