Poniendo fin a la incertidumbre - 17 de Mayo

Lo más desgastante es la incertidumbre, el no saber qué día será el bueno y
estar esperando. En las últimas dos semanas, he estado monitoreando a diario
los pronósticos del viento. Vi de qué manera se iba formando la tormenta que
ahora nos golpea y también vi cómo esta misma se alejará del Everest a
partir de mañana. Los meteorólogos están pronosticando que la ventana de
bajo viento este año se dará entre el 23 y 26 de Mayo. Esto me dejaría con
tan sólo una oportunidad de subir y sería el final del proyecto para subir
dos veces. Sin embargo, también se pronostica que el 16 y 17 de este mes
habrá una reducción parcial en el viento que, estando en el lugar y momento
adecuado, permitiría escabullirse a la cumbre durante pocos minutos y
descender lo antes posible.
Después de mucho analizar y meditar, he decidido fijar el 17 de Mayo como el
día que partiré del Campamento 3 hacia la cumbre esperando tener la fortuna
de vientos tolerables y que no me pongan en riesgo de congelamiento.
Técnicamente será la noche del 16 que empiece a caminar rumbo a la cumbre y
lo ideal sería llegar a la cima alrededor de las 5am. Los chinos están
programados para fijar las cuerdas el día 16. De esta forma, el programa
para los próximos días es:
• 12 de Mayo.- Subir al campamento intermedio
• 13 de Mayo.- Llegar al ABC
• 14 de Mayo.- Ascenso al Collado Norte (Campamento 1)
• 15 de Mayo.- Subir al Campamento 2
• 16 de Mayo.- Usar oxígeno para subir al Campamento 3 (Los chinos fijan
cuerdas)
• 17 de Mayo.- Intento de llegar a la cumbre
Tan sólo 7 días después, el 24, podría aprovechar la ventana de buen tiempo
y subir por segunda vez.
Las dos veces anteriores que he subido esta montaña he tenido mucha suerte.
Las probabilidades reales que tenía de subir eran muy bajar y fui muy
afortunado de que todo saliera perfecto, algo que se da poco por aquí. Esta
vez, también se tendrán que alinear las estrellas para colarnos a la cumbre
el 17. Ha sido mucho el esfuerzo y sacrificio del último mes y medio. He
pasado por días buenos y otros no tanto, insomnio, frío, cansancio, etc.
Ahora, todo eso queda atrás y cada paso que doy me lleva hacia la cima y por
lo que respecta a mí, no pararé hasta llegar a la cumbre y que el siguiente
paso que pueda dar ya no sea de subida sino de bajada, cuando no haya nada
más entre el cielo y yo.
Hasta la victoria, siempre.