Huyendo de la Influenza

Durante la primavera de este año tenía pensado intentar un doble ascenso al Monte Everest el cuál no se concretó por varias razones. Ya estaba resignado a pasar esta temporada tranquilo, sobre todo después del esguince de tobillo que tuve y que me dejó usando muletas durante tres semanas. Sin embargo, poco a poco fue creciendo mi impaciencia y aún más sabiendo que tenía un boleto de avión a Nepal que podía utilizar en cualquier momento y que muchas de las personas que he conocido en otras expediciones estarían intentando subir el Everest en estos días.

Desde el jueves de la semana pasada fue aumentando el grado de pánico por la influenza en México hasta dejar completamente parada a una ciudad de 22 millones de personas. Este fue el último pretexto que necesitaba para cambiar mi boleto y emprender el viaje a los Himalayas.

En mis expediciones anteriores, llegar al Campamento Base del Everest era un mero trámite para empezar a subir la montaña. Ahora será un objetivo por si solo con la ventaja de no tener la presión y el estrés que genera una expedición a la montaña más alta del mundo. También en ocasiones anteriores había caminado hasta el Campamento Base con un itinerario establecido y junto con un grupo de 10 o 12 personas, porteadores y yaks. Esta vez iré solo, llevando una pequeña mochila con lo indispensable para caminar 12 días y durmiendo en cualquier casa donde me encuentre al anochecer.

Trataré de escribir en este blog todos los días usando mi teléfono satelital. Espero me acompañen en esta regreso al corazón de los Himalayas.