Gracias por sus donativos - Carta
Agradezco a Jorge Kokkinidis y a Alejandro Groenewold por sus generosos donativos. Alejandro fue amigo, compañero del colegio y de la Facultad de David González de la Mora.
Quisiera terminar de contar la historia de David con una carta que envió una amiga suya a mi mamá al enterarse de su muerte. Este es el texto completo de la carta:
Por una de sus cartas supe que estaba enfermo y que incluso lo habían operado de uno de sus ojos, pero que esperaba restablecerse pronto y así poder seguir su vida normal. Durante algún tiempo dejamos de escribirnos pero después me dijo que le producían [sic] mucha alegría recibir mis cartas, cosa que a mí también me sucedía al recibir las suyas, y por esta razón seguimos formando esa amistad tan sincera, que creo nunca podré olvidar.
Lo que más me apena es el no haber hablado con él el día que me llamó pues no pude darme cuenta qué me quizo [sic] decir.
Espero que David se encuentre gozando en la Gloria, yá [sic] que no podía esperarle otra cosa a una persona con tan buenos y nobles sentimientos y que tantos sufrimientos padeció. Te ruego, por favor, hagas extensivo mi más sentido pésame a tus papás y tus hermanos y espero que cuando reciban esta carta Dios les haya dado la resignación por la pérdida de un ser tan querido.
Lo único que me resta es despedirme y decirte que en esta Ciudad de Zamora también tienes tu casa a donde pueden venir cuando gusten y que cuenten con una amiga que los aprecia.
Quisiera terminar de contar la historia de David con una carta que envió una amiga suya a mi mamá al enterarse de su muerte. Este es el texto completo de la carta:
Zamora, Mich. 31 Marzo / 71
Lourdes: Recibí tu apreciable carta en al cuál me comunicas la triste noticia de la muerte de tu hermano David; lo he sentido tanto que en un principio me fue imposible escribirte pues cada vez que intentaba hacerlo, me abatía mucho la tristeza y terminaba llorando.Por una de sus cartas supe que estaba enfermo y que incluso lo habían operado de uno de sus ojos, pero que esperaba restablecerse pronto y así poder seguir su vida normal. Durante algún tiempo dejamos de escribirnos pero después me dijo que le producían [sic] mucha alegría recibir mis cartas, cosa que a mí también me sucedía al recibir las suyas, y por esta razón seguimos formando esa amistad tan sincera, que creo nunca podré olvidar.
Lo que más me apena es el no haber hablado con él el día que me llamó pues no pude darme cuenta qué me quizo [sic] decir.
Espero que David se encuentre gozando en la Gloria, yá [sic] que no podía esperarle otra cosa a una persona con tan buenos y nobles sentimientos y que tantos sufrimientos padeció. Te ruego, por favor, hagas extensivo mi más sentido pésame a tus papás y tus hermanos y espero que cuando reciban esta carta Dios les haya dado la resignación por la pérdida de un ser tan querido.
Lo único que me resta es despedirme y decirte que en esta Ciudad de Zamora también tienes tu casa a donde pueden venir cuando gusten y que cuenten con una amiga que los aprecia.
Ma. Martha García C.