30 de Mayo - Lukla

El contraste de pasar de 5,300m del campamento base a 2,800m de Lukla es enorme. Aquí todo es bosque, se percibe el olor de los arboles, se oyen los pajaros y en general se siente que hay vida.

Hoy fue mi último día caminando. Ya mañana tomaré el avión de regreso a Katmandu y desde ahí mandaré la última de estas narraciones.

Durante las horas que he caminado solo, regresando del campamento base, he tenido oportunidad de pensar en lo que pude lograr y poco a poco lo he ido asimilando. Aunque de alguna manera es una experiencia que deja marca en cualquiera, siento que soy la misma persona que hace dos meses, con los mismos problemas, defectos y algunas virtudes, pero ahora con la segurida de que si el proximo año intento la doble travesia en el Everest, lo podre lograr. También me quedo con la satisfacción de haber podido compartir mis experiencias, temores y triunfos con todos ustedes.

Por ahora digo adios a los Himalayas pero una parte de mi se queda aquí.